Por: Esther Arzate- Alcaldes de México
Especialistas contextualizan sobre la situación del sector hídrico, además de compartir los métodos más vanguardistas para un uso eficiente del recurso.
México es uno de los países con mayor riesgo de estrés hídrico. La disponibilidad de agua ha disminuido a lo largo de los años, al grado de que hoy se cuenta con 10 por ciento del volumen que había hace 100 años.
Arturo Palma Carro, Presidente del Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS), explica que el estrés hídrico en México se debe principalmente a la migración de personas de zonas rurales a las áreas urbanas, así como el crecimiento demográfico.
A consideración del especialista, México está rompiendo el ciclo positivo del agua contaminándola y sobreexplotando los acuíferos. En ese sentido, se requiere una economía circular para tener un ciclo positivo, es decir, “que el agua que consumimos, el agua que limpiamos y el agua que regresamos a la naturaleza se pueda volver a utilizar”, explica.
Por separado, Sebastián Serrano, Director de Promoción y Comunicación de Soluciones Hidropluviales, afirma que México tiene agua gracias a los huracanes. “La temporada de lluvia nos permite tener agua y nuestra principal fuente de abastecimiento son los acuíferos, pero los estamos agotando porque extraemos más agua de la que se recarga naturalmente.”
Asimismo, el ejecutivo explica que se aplica una visión lineal del agua: sacarla, utilizarla, contaminarla y tirarla. “No recuperamos nuestras reservas hídricas y estamos inmersos en un proceso negativo que debemos cambiar, porque la sobreexplotación de agua causa hundimientos, abatimiento del agua subterránea, incremento de grietas y deterioro de la calidad del agua que se encuentra en el acuífero”, puntualiza.
Antes la gente decía: “Agua que no usas, tírala”. En ese sentido, recuerda que la ingeniería clásica utilizaba las grandes presas para almacenar enormes volúmenes de agua, pero no creía que la lluvia pudiera ayudar a solucionar la insuficiencia de ese recurso en viviendas, comercio o industria.
“Hoy los desarrolladores están cambiando gradualmente esa visión porque no es posible que en la Ciudad de México corten el agua por mantenimiento al sistema Cutzamala y en temporada de lluvia nos inundamos. Algo se está haciendo mal”, asevera.
También, expone que en México tenemos temporadas de lluvia, que es cuando se registran las mayores precipitaciones. Con esa agua no se reemplaza todo lo que se demanda, pero si se capta en viviendas o en industrias y comercios, se puede sustituir alrededor de 70 por ciento del consumo. “En Cuernavaca y en Toluca hemos visto la captación de lluvia por parte de las industrias en esta temporada, se ahorran cuatro meses en el pago de agua”, cita como ejemplo.
Por otro lado, reconoce que en la zona norte del país es más complejo habilitar sistemas pluviales de captación porque se presenta poca lluvia. “En una sola precipitación cae muchísima agua y es más compleja la captación y el almacenamiento, así que no es tan rentable instalar los sistemas. Pero en zonas como Jalisco, Michoacán, el Valle de México y Puebla, es bastante rentable que el agua de lluvia sea captada.”
Los sistemas, explica, requieren que tan pronto llueva el agua sea conducida a un tanque de almacenamiento donde reciba un tratamiento para limpiarla y reutilizarla de inmediato, a fin de que el tanque permanezca vacío para la siguiente lluvia. Se trata de que el agua circule todo el tiempo para evitar almacenamientos, porque eso encarece los costos. Debe darse un proceso rápido y eficiente de captación, limpieza y utilización del agua.
VENTAJAS
La captación de agua de lluvia tiene muchos beneficios: reduce el flujo de agua de los drenajes, lo que se traduce en menos inundaciones; disminuye la cantidad de energía para bombear o transportar el agua a las comunidades y contribuye a no sobreexplotar el acuífero, señala el Presidente de ANEAS.
Hay empresas que ya cuentan con drenajes separados que conducen el agua de techos y calles hacia el punto más bajo de la planta para descargarlos hacia el sistema municipal. También poseen tanques tormentas para regular el volumen de agua que escurre antes de descargar al drenaje, estas cisternas pueden ser utilizadas para almacenar el agua de lluvia.
Readecuando lo que ya se tiene y agregando un proceso de limpieza, los escurrimientos pluviales pueden quedar con muy buena calidad para su reutilización en distintos procesos: torres de enfriamiento o calderas, la limpieza de superficies, maquinaria o vehículos y, si se agrega un proceso más de desinfección, se puede aprovechar en sanitarios y para potabilizar el líquido.
Sin embargo, captar el agua de lluvia en la vía pública es más complejo y oneroso. Al respecto, el consultor Manuel Frías expone que el agua de lluvia se filtra y regresa al mar. Desafortunadamente, en la zona metropolitana del Valle de México, que tiene una superficie de alrededor de 2,100 kilómetros cuadrados, sólo se tiene una red de drenaje: no existe una para agua pluvial y otra para aguas negras, lo cual complica la captación de lluvia.
El ejecutivo de Soluciones Hidropluviales añade que el agua de lluvia que se va al drenaje representa un desperdicio inmenso. Al caer en la calle arrastra gasolina, basura, heces de animales, entre otros agentes contaminantes. Entonces no es viable potabilizarla, pero se le pueden retirar los aceites y sedimentos para infiltrarla, especialmente en la zona conurbada a la Ciudad de México, donde los mantos freáticos se están sobreexplotando.
Dicha región pasó de ser un lago a una zona similar a la de Arabia Saudita, por eso está la sugerencia de infiltrar el agua que escurre por las calles, por medio de pozos de absorción.
Explica que, una vez que se capta el agua, se limpia y por medio de un pozo se regresa al acuífero para eliminar riesgos de contaminación. La opción es filtrar el agua a la tierra para que se termine el proceso de filtrado y llegue al acuífero en un lapso aproximado de 2 a 10 años, con lo cual estaríamos asegurando el agua para el futuro. “Tenemos que evitar a toda costa tirar el agua por el drenaje”, precisa.
Además, detalla que Soluciones Hidropluviales tiene un aliado tecnológico eficiente y sustentable porque no requiere energía: funciona sólo con agua. Es una tecnología inteligente diseñada para el comportamiento del agua de lluvia que cae en grandes volúmenes durante poco tiempo.
Es un equipo que aprovecha la misma fuerza del agua y genera un remolino para hacer los procesos de tratamiento, al fondo se van los sedimentos y la tierra, arriba quedan grasas y basura de lo que escurre de las calles.
Sumado a ello, hay disponibilidad de equipos para tratar los caudales de agua que escurren de las calles, con un filtro eficiente que aprovecha la misma fuerza del agua. Esos sistemas se pueden aplicar en industrias, centros comerciales, desarrollos habitacionales, deportivos y otros inmuebles con grandes azoteas donde se puede captar el agua de lluvia.
Finalmente, los entrevistados coinciden en que mejorar el ciclo del agua en México es una tarea prioritaria, pero consideran que debe ser una labor conjunta entre los gobiernos de los tres niveles, con la participación de la población para que el sistema de agua no colapse.