Fuente: Todos por el Agua
Como dice Bob Marley: “In the abundance of water, the fool is thirsty“. Rat Race.
En la abundancia de agua el tonto está sediento. Esta es una frase que aplica para la Ciudad de México, vamos que corremos a seguir el ejemplo de Ciudad del Cabo.
La Ciudad de México, rodeada de agua, lleva varios siglos dándole la espalada a su principal recurso. Se construyó sobre 5 grandes lagos, que fueron secados para ganar terreno y en las últimas décadas, años tras año, sufrimos cuando se acerca la temporada seca por falta de agua. Mientras que la lluvia abundante por lo general (700 litros por metro cuadrado) en los meses de lluvia (de junio-septiembre) se va por los mega tubos del drenaje profundo, mezclada con aguas negra, para alimentar al río de la venganza, de donde regresan hortalizas regadas con agua contaminada, para alimentar la ciudad.
Alrededor de la ciudad existían 45 ríos ¿Dónde quedaron? Mixcoac, Churubusco, Tacuba, Los Remedios, La Piedad ¿suena conocido? En época de lluvia casi todos esos ríos retoman su cauce. Sobre las avenidas fluye el agua que luego se expande en las calles de la traza urbana. El agua permanece estancada en las coladeras que o son insuficientes, o están llenas de basura y así se forman verdaderos lagos. De este modo, sin darnos cuenta y a causa de un desarrollo urbano descuidado, hemos provocado que el sueño de muchos urbanistas de avanzada se convierta en realidad: el ansiado regreso a la ciudad lacustre; sin embargo, lo estamos haciendo todo mal.
Aún queda el Río Magdalena que da parte del suministro de agua potable a la Alcaldía Magdalena Contreras, sin embargo, tan pronto sale del Parque de los Dinamos se contamina con la mierda de la ciudad y llega a la Presa Ansaldo, totalmente contaminado, sigue su curso y lo podemos ver en los Viveros de Coyoacán, un arroyo casi muerto y putrefacto. Casi todas las administraciones presumen que ya recuperaron el río que está otra vez vivo. El agua de su cauce nunca debería ser un drenaje, podría dar agua limpia a parte de la ciudad y en época de lluvia, cuando su caudal crece más de 10 veces (de 200 litros por segundo a 2,000 – 2 tinacos en un segundo) esos excedentes de agua se podrían infiltrar para recargar nuestros acuíferos sobre explotados… Ese es otro tema…
México se hunde en su lago seco
La ciudad se está hundiendo porque hemos sobre explotado sin ningún control, ni responsabilidad, nuestras reservas de agua subterránea. Más del 50% del suministro de agua para Ciudad de México proviene de los acuíferos y si sumamos los municipios conurbados del Estado de México, ya es una dependencia de más del 70% ¿Por qué sobreexplotando? Porque se está regresando mucha menos agua de lo que se extrae de esa misteriosa reserva subterránea, hemos pavimentado los bosques que antes permitían absorber el agua y conducirla de forma natural al acuífero. Ahora cuando llueve esos torrentes que corren por la ciudad, terminan generando inundaciones y tarde o temprano se van al Mega Drenaje Profundo.
¿Qué ha hecho la ciudad para revertir esta situación? Muy poco. En la zona de en donde el suelo permite infiltrar el agua, se hicieron algunos pozos para conducir los escurrimientos de lluvia hacia el acuífero, por sin un tratamiento adecuado y sin mantenimiento, ya están llenos de basura y tierra y se infiltra muy poco por no decir nada.
¿Por qué no se ha generado un programa de recarga a largo plazo? Dicen que sería muy costoso hacerlo bien y que tardaría más de 10 años, la solución más inteligente ¿para los bolsillos de quién? Fue construir otra línea del drenaje profundo, más colectores, que contaminen el agua de lluvia y la tiren fuera ¿Cuánto tardo la construcción del famoso Túnel Emisor Oriente? Casi 10 años en los cuales seguimos haciendo lo mismo “el tonto sediento”, tirando y contaminando el agua que recibimos y el agua que tenemos.
¿Pero qué se está haciendo realmente?
La administración de la Ciudad de México ha intentado aplicar programas que promuevan la captación de agua de lluvia en casas, sobre todo en donde se carece de un suministro constante. Está bien, pero sigue siendo insuficiente, todas las grandes superficies: centros comerciales, grandes desarrollos, industrias, siguen tirando el agua al drenaje. En 2019 se aprobó la Ley Del Derecho Al Acceso, Disposición Y Saneamiento Del Agua de La Ciudad De México, está ley exige que las todas las nuevas construcciones que tengan un área de captación superior a los 200 m² cosechen el agua de lluvia.
Suena bien… el responsable de garantizar que esto suceda es el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), que tiene una guía que se llama Sistema Alternativo, en teoría esto se debería estar aplicando desde el 2003, incluso está en el reglamento de construcción de la Ciudad de México, sin embargo, no se ha hecho bien. En resumen, los sistemas de captación de lluvia de las nuevas construcciones son tanques llenos de tierra a los cuales nadie les da mantenimiento y cuanto llueve fuerte, estos tanques sucios se llenan muy rápido ¿Qué hace el centro comercial o edificio? muy disimuladamente sacan una manguera, le conecta una bomba y lanzan el agua a la calle resultado: Insurgentes inundando, Universidad inundando, Polanco Inundado y la lista sigue.
Ante esta situación, el Sacmex actualizó su Guía del sistema alternativo, basándose en la experiencia de manuales y técnicas internacionales, haciendo una norma realmente de avanzada para que la Ciudad de México se prepare para lo que viene y revierta un poco todo lo que ha hecho mal en el manejo de sus recursos hídricos. Esta norma exige y da criterios claros de cómo aprovechar bien el agua de lluvia y las aguas tratadas, para remplazar en la medida de lo posible el suministro de agua potable, lo cual podría representar un ahorro de hasta el 40% en las necesidades de agua, dándole un respiro a los acuíferos (incluso la norma promueve la recarga).
La pregunta del millón es ¿Quién conoce esta normativa?… qué se está haciendo, las desarrolladoras dicen que es muy caro, se quejan con la autoridad, dicen que no permiten prosperar su negocio. Prefieren seguir construyendo edificios que venden y entregan, y 3 meses después los nuevos inquilinos se están quejando por falta de agua… y no hay quien responda. O construyen mega torres o mega centros comerciales, por más de que los vecinos salgan a quejarse porque les van a quitar el agua, sus protestas sirven de poco, siguen la edificación irresponsable… igual en 20 años, lo que tardía en llegar el agua de lluvia a recargar al acuífero… quien sabe que le pase a esta ciudad, no hay agua, pero no importa, queremos torres, estacionamientos, avenidas… ¿Les suena el cuento de la Gallina de los Huevos de oro?
El gobierno de la ciudad tiene el propósito, tiene la normativa, ahora falta valentía para aplicarlo realmente. No tenemos problema de que la ciudad siga su desarrollo, pero se debe comprender que no tenemos agua, y debemos empezar a gestionarla bien para revertir el mal manejo de generaciones anteriores. El agua que recibimos y la que tenemos, debemos aprovecharla las veces que sea necesario antes de contaminarla y tirarla. Existe la tecnología, la innovación y la visión para hacerlo. Si no invertimos desde ya en mantener nuestras reservas hídricas, con una visión amplia de más de 6 años, no va a haber Cutzamala que de abasto, ni pipas, la ciudad se seguirá hundiendo en su sobre explotación (cada año se hunde 4 cm en promedio en algunos lugares llega hasta los 4 metros) y finalmente… va a ser inhabitable. No hay que ir hasta Ciudad del Cabo, México ya tiene experiencia de estos casos: Teotihuacan, las ciudades Mayas…
“In the abundance of water, the fool is thirsty”. Rat Race.
En la abundancia de agua el tonto está sediento…