Parece que cada lluvia que cae en el Valle de México, provoca una inundación. El aguacero que cayó el miércoles en la noche, afectó de nuevo a Nezahualcóyotl, aunque esta vez en las noticias haya tenido poca cobertura, el problema persiste.
Las fuertes lluvias perjudicaron a cerca de 10 mil personas, unas mil 300 viviendas resultaron afectadas y diez calles quedaron bajo el agua. Se presentaron anegamientos de entre 20 y hasta 70 centímetros en las viviendas y en la carretera federal México-Puebla se registraron inundaciones de hasta un metro de altura, con un nivel de agua que descendió a encharcamientos pero que ayer por la mañana trastornaron la salida de los residentes hacia el Distrito Federal.
El Alcalde del municipio, Edgar Navarro Sánchez, se refirió de nuevo a “lluvias atípicas”, para excusar una situación que se está convirtiendo en costumbre. Mientras que Gabriel Reyes Ramos, director del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS), manifestó que las inundaciones fueron producto de la inoperancia del cárcamo que se ubica en la Colonia Loma Bonita. Debido a cortes en el suministro eléctrico, los sistemas hidráulicos para el desalojo de aguas pluviales y residuales presentaron fallas en su operación, lo que derivó en la saturación de las redes de drenaje, según explicó.
En la Ciudad de México, la lluvia más fuerte, de 45 milímetros, se registró sobre Gustavo A. Madero, donde provocó subida de los niveles en el Gran Canal del Desagüe, por lo que en los alrededores se reportaron desbordamientos menores, en particular sobre la avenida Eduardo Molina, en el cruce con Talismán.
La temporada de lluvia de este año, ha demostrado que se debe dejar de hablar de efectos ocasionados por lluvias atípicas para algo que se está convirtiendo en una situación común. En su lugar las autoridades deben buscar soluciones claras para controlar y evitar que las lluvias sigan ocasionando problemas. Si no cuenta con la capacidad para poder hacerle frente a este problema, el gobierno debe dar apoyos e incentivos para que la sociedad pueda participar captando y aprovechando el agua.
En este video se puede ver un ejemplo de como en Londres solucionaron este tipo de problemas hace 30 años, por medio de sistemas de control:
