DIA DE LA TIERRA 2024

Las ciudades se están enfrentando cada vez más a problemas de escasez y calidad de agua, malas condiciones del aire y temperaturas que están sobre pasando todos los récords. Muestras evidentes de la crisis ambiental y de una de sus aristas más críticas el cambio climático.

Lo interesantes es que precisamente la principal aliada para afrontar este reto y sus consecuencias es la naturaleza. Recuperar los ecosistemas, permitir que la vegetación pueda desarrollarse y cumplir sus funciones de absorción y filtrado del agua, así como del aire, así como como la sombra para bajar la temperatura. Estos espacios restaurados permitirán también el desarrollo de fauna favorable como polinizadores y aves que aportan para el bienestar la ciudad y el paisaje.

Permitamos que el agua vuela resurgir a través de la naturaleza y a fluir a través de la ciudad, es la única forma real de asegurar nuestro suministro a futuro y de afrontar los cambios en las condiciones del clima que estamos empezando a vivir.
Al recuperar nuestra relación con el agua, volveremos a permitir reintegrar su ciclo dentro de la ciudad aplicando estrategias de restauración como: ciudades esponjas, ciudades sensibles al agua, jardines infiltrantes, captación pluvial a todos los niveles, infiltración en el subsuelo, saneamiento de ríos y humedales artificiales.

Todas estas estrategias no permitirán comprender que nuestras soluciones están en recuperar los espacios naturales, que el agua sigue aquí, evitemos que se nos siga escurriendo. Si regresamos la vegetación, arbustos y árboles, vamos a permitir que se recupere el agua y regrese al suelo e hidrate la urbe.

Enfrentar la contaminación por plásticos

Los plásticos se están convirtiendo en un serio problema de contaminación y múltiples riesgos a la salud. Cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso.

El agua de lluvia cuando cae limpia las ciudades y arrastra los contaminantes que se encuentran en la atmósfera, los techos y las calles. Gran parte de estos contaminantes se adhieren a los sedimentos, pero otra parte como los aceites y sobre todo la basura plástica, siguen su curso de contaminación hacia el drenaje, saturando y colapsando la infraestructura. Lo que provoca que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares.
Por eso es fundamental equipar la infraestructura urbana, para remover la basura del flujo y evitar que siga su camino tóxico. Los Downstream Defender® permiten remover estos plásticos y descargar un agua limpia que incluso puede ser reutilizada para usos no potables.

De esta forma, se evita que lleguen a los ríos y finalmente al mar en donde terminan siendo ingeridas por la fauna o se deshacen, ampliando el problema al convertirse en microplásticos (partículas de diámetro inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire. Se estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas, que ya circulan por la sangre o se han encontrado en lugares tan remotos como la Antártida.

Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a combatir el cambio climático, a mejorar las condiciones de vida de los pobladores de estas zonas y a prevenir una extinción masiva. Pero solo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.

Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la tierra.

Fuentes: ONU Día de la Tierra, Foro Económico Mundial, Earth Day Org