Todos los días son Día Del Agua y el agua es VIDA.
Este Día Mundial Del Agua es momento de plantear cómo implementar un mejor aprovechamiento del agua, desde su origen hasta su desembocadura. Toda el agua de lluvia que se recibe puede ser aprovechada o asegurar que se regrese a la tierra y los ecosistemas con la mínima contaminación posible.
El agua es un transmisor de vida, es fundamental restaurar y proteger los espacios vitales en donde se genera, para que pueda fluir y restaurar su ciclo. Es indispensable un trabajo de reconstrucción urbano, para que podamos volver a ver el agua correr de forma segura ante nuestros espacios vitales, restablezcamos nuestra relación con su ciclo.
Cada vez es más común que en las grandes urbes como la Ciudad de México nos preguntemos ¿A dónde se fue el agua? Sobre todo, cuando abrimos la llave y no cae ni gota. Situación que ya afectaba al 25% de la población de la mega urbe… pero esa mancha de sequía cada vez se amplía a más sectores, escurriéndose hacia la zona conurbada.
Secamos los lagos, los expulsamos; entubamos los ríos. Impermeabilizamos los suelos, talamos y construimos sobre los bosques que nos dan agua y nos preguntamos ¿A dónde se fue?
Cuando llueve fuerte, el agua tiene memoria y nos recuerda que ahí está… las calles se vuelven ríos, los estacionamientos lagos. Sin embargo, fluye arrastrando la contaminación que les tiramos (basura, sedimentos, aceites) y luego la descargamos hacia el drenaje… y nos preguntamos a dónde se fue…
Es fundamental recuperar nuestra relación con el agua, volver a recuperar su ciclo dentro de la urbe, existen las técnicas y la tecnología, llegó el momento de aplicar las estrategias.
• Ciudades esponja: permiten que la vegetación y el suelo vuelvan a absorber y retener el agua.
• Gestionar la lluvia: captar y aprovechar lo que se pueda, infiltrar lo demás que se vaya lo menos posible.
• Reutilizar las aguas tratadas: por medio de humedales para recuperar y limpiar el recurso. Además de restaurar el ecosistema.
Regresemos el valor simbólico de agua, recuperemos nuestra relación con sus entornos naturales y sociales. Permitámonos la experiencia de acercarnos, volver a tocar el agua… ver cómo fluye a través de diferentes entornos para reconstruir las relaciones con los ciclos vitales… permitamos que siga su flujo ininterrumpido, para alimentar la vida.
Mensaje de a ONU: Agua para la paz
El agua puede crear paz o desencadenar conflictos.
Cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países.
Más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales. Sin embargo, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten.
A medida que aumentan los impactos del cambio climático y crece la población, existe la necesidad apremiante, dentro de los países y entre ellos, de unirse para proteger y conservar nuestro recurso más preciado.
La salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua.
Crear un efecto en cascada positivo
El lema del Día Mundial del Agua 2024 es “Agua para la paz”.
Cuando cooperamos en materia de agua, creamos un efecto en cascada positivo, promoviendo la armonía, generando prosperidad y fomentando la resiliencia frente a los desafíos comunes.
Debemos actuar sobre la base de que el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida.
Con motivo del Día Mundial del Agua, es necesario que todos nos unamos en torno al agua y la utilicemos en favor de la paz, sentando las bases para un futuro más estable y próspero.