Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra, de su salud depende el aire que respiramos, el agua que bebemos, la tierra que nos alimenta. La vida de las ciudades depende en gran medida de esta compleja interdependencia entre la tierra, el clima, la biodiversidad y el agua, los entornos naturales proporcionan y mantienen los recursos básicos que requerimos.
Este Día de la Tierra el lema es: “Nuestro poder, nuestro planeta” y busca destacar la importancia de reducir nuestro impacto ambiental, promoviendo nuevas prácticas que impulsen la gestión adecuada del agua, la expansión del uso de las energías renovables, la protección de áreas naturales y la gestión adecuada de residuos.
A escala global, la crisis climática exige acciones contundentes. Cada año, desaparecen más de 1.5 millones de hectáreas de la Amazonía, el “pulmón del planeta”. Aunque el cambio climático es cada vez más evidente y en el 2024 se registró un aumento de la temperatura global de 1.5 C° grados, rebasando todos los promedios y con efectos devastadores desde Incendios forestales, aumento de las tormentas e inundaciones, poco o nada se ha hecho para reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero.

La contaminación también está desbordando nuestros ríos y mares, cada minuto se vierten más de 20 toneladas de plástico a los océanos. No se puede esperar más: se deben dar pasos contundentes para restaurar y defender nuestro planeta.
México ante el reto Hídrico
Hoy, en el Día de la Tierra, México enfrenta un desafío hídrico crítico: más de 70% de su territorio sufre algún grado de sequía. La falta de acceso a agua limpia afecta a más de 10 millones de personas. Sin agua y sin ecosistemas sanos, no hay futuro.

El crecimiento de las ciudades cada vez demanda más agua. La urbanización descontrolada ha generado problemas como la pérdida de áreas verdes, sobre explotación de los recursos hídricos y el aumento de la contaminación. Es fundamental restaurar y proteger las zonas naturales, gestionar el agua de lluvia y recargar las reservas subterráneas.

La infraestructura verde puede impulsar la restauración ambiental dentro de las ciudades y hacerlas resilientes ante las sequías, permite la conservación de las reservas hídricas, así como mitigar inundaciones.
Aparte de otros beneficios como reducir la isla de calor y el ruido, y mejorar la calidad del aire.
Existen varias soluciones basadas en la naturaleza que pueden impulsar la recuperación de los recursos naturales e hídricos:
- Bosques urbanos: permiten regular el clima, absorbes las lluvias e infiltrar el agua.
- Humedales: retienen y pulen el agua.
- Jardines de lluvia: la vegetación absorbe el agua, mitiga inundaciones y reduce el calor.
- Restauración ríos: permite manejar los caudales, mitigar inundaciones y mejorar la calidad del agua.
- Agricultura sostenible: evita la erosión de la tierra y permite la evapotranspiración.

El Día Mundial de la Tierra tiene un enorme componente simbólico, para impulsar el cambio que requerimos para recuperar y proteger los entornos que nos permiten la vida.
Prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas, permitirá proteger los recursos fundamentales que compartimos con otras especies y que nos aseguran la vida: aire y agua limpios, así como tierras sanas que nos alimentan. Aparte de acciones para detener el cambio climático y soluciones para adaptarnos a los cambios que está generando.