Las consecuencias de las modificaciones en el clima que han sucedido este año: sequía, incendios forestales, inundaciones, heladas, han afectado de forma grave la producción de alimentos básicos como maíz y frijol en distintos estados mexicanos.
En los primeros meses del año la sequía afectó a entidades productoras de granos como Durango, Tamaulipas, Zacatecas y Guanajuato. Situación que provocó una drástica reducción en la producción de maíz. En el territorio tamaulipeco, el sector productivo se ha visto afectado primero por las heladas de febrero y después por la intensa sequía, lo que provocó un menor rendimiento por hectárea en los diferentes cultivos. Por otro lado, en Sinaloa ya existe preocupación por bajo nivel de las reservas de agua para la producción del año que viene.
El secretario de Desarrollo Rural, Jorge Reyes Moreno, reveló que sólo en el ciclo otoño-invierno se están registrando pérdidas de 300 mil toneladas de granos, entre sorgo y maíz.
Situación que también se está viviendo en el sur y centro, en Oaxaca las fuertes lluvias han perjudicado 40 mil hectáreas de cultivo de este grano básico, lo cual afecta a 150 comunidades. Este estado tiene un déficit de 200 toneladas anuales. Veracruz ha sido uno de los estados más afectados tanto por la sequía como por las inundaciones. Mientras que en Chiapas y Tabasco, el Grijalva y el Usumacinta se encuentran por encima de sus niveles críticos y se teme los efectos ocasionados por las lluvias debido a la entrada de un nuevo frente frío.
En Queretaro, al menos 30 mil hectáreas de maíz de temporal se arruinaron por la sequía, lo que implica una pérdida de 240 millones de pesos, informó el secretario de Desarrollo Agropecuario del estado, Manuel Valdés Rodríguez, quien indicó que en la temporada otoño-invierno se prevé cosechar 60 mil toneladas de ese grano. El secretario de Desarrollo Agropecuario del estado, Manuel Valdés Rodríguez, comentó que en el país la producción de frijol ha caído 48% y la de maíz 35%.
Fuente: El Universal, La Vanguardia y Agua.org
Esta realidad que parece lejana en las ciudades, también nos afecta, además de estar perjudicando a mucha gente que vive de estos cultivos, implicará una subida en el precio de alimentos básicos de los mexicanos como el maíz y los frijoles.
Esta situación, valida los escenarios negativos que desde hace unos año se está planteando respecto a los efectos del cambio climático, sin embargo, no se trata de tomar una actitud alarmista apocalíptica, sino de todo lo contrario, asumir el problema y empezar a encontrar soluciones. Uno de los principales retos que presenta en México un clima impredecible es el agua, y que mejor respuesta para la baja disposición que aprovechar la lluvia. En la temporada en la que recibimos los escurrimientos pluviales, los dejamos correr y por no gestionarlos de forma adecuada, provocan inundaciones. Toda el agua que podría haber sido utilizada y que serviría para recargar las reservas subterráneas abatidas, termina contaminada en el mar. Mientras tanto la tierra se erosiona y se seca, cada vez se da menos el maíz y los frijoles, y sube el precio de la tortilla.