Es un indicador que mide la cantidad de agua utilizada para producir los bienes o servicios que consumimos. Se mide por el volumen de agua consumida (también la que se evapora o contamina) y se aplica a las estadísticas y patrones de consumo, para obtener los datos del recurso que consumen en promedio naciones e individuos.
A nivel global 86% de la huella hídrica está relacionada con el consumo de productos agrícolas, 10% con el consumo de bienes industriales y menos de 5% con el uso doméstico.
Según datos calculados en el periodo de 1997 -2001, México con una huella hídrica total de 140 kilómetros cúbicos por año, es el décimo país a nivel mundial.
Huella hídrica de algunos productos
- Se necesitan cerca de 75 litros de agua para elaborar casi medio litro de cerveza.
- Unos 500 litros de agua para producir dos de refresco
- Más de 1,500 litros, incluyendo los utilizados en el cultivo y el proceso del algodón, para hacer un pantalón de mezclilla.
- Una taza de café se lleva alrededor de 130 litros.
- Para fabricar una camiseta de algodón se requieren aproximadamente 2,600.
Cada vez más empresas tienen conciencia de esta situación y están siguiendo este método para rastrear el agua que gastan en la elaboración de sus productos. Muchas ya están buscando formas en las que se evite derrochar y están tomando medidas para recuperar, reutilizar, purificar o cuidar el agua.
En el sector empresarial, empieza a existir una mayor inquietud sobre una posible escasez de este recurso vital y están tomando medidas para contribuir a su conservación.
El aprovechamiento del agua de lluvia, para usos varios (sanitarios, limpieza, riego, recarga de acuíferos) es una solución pare reducir la enorme huella hídrica que estamos dejando y para ayudar a una mejor gestión y cuidado de este recurso fundamental.
La gestión sustentable de la lluvia puede ser una solución para diversos mercados, la comunidad y una respuesta al reto que está suponiendo el agua en México.