CADA GOTA CUENTA – DÍA DEL AGUA 2023
El agua fluye por todo lo que hacemos en nuestro día a día, desde que la sentimos brotar de la regadera, la tomamos en nuestro primer café de la mañana, abrimos la llave y ahí está para que nos lavemos los dientes y también para descargar el excusado. Con el agua iniciamos nuestro día, y nos cruzamos con ella a lo largo de todas las horas, vivimos de ella y gracias a ella. Nos incumbe, nos pertenece y nos corresponde conservarla.
Sin embargo, no todas las personas disfrutan de esta condición, 2,000 millones (1 de cada 4 habitantes del planeta) no tienen un suministro de agua potable segura. Es decir, no cuentan con abastecimiento constante de agua de calidad para sus necesidades básicas diarias. En pleno siglo XXI, siguen presentes la inequidad en el acceso, la contaminación de las fuentes disponibles y las distancias que deben recorrer, muchas mujeres y niños, que deben caminar varios kilómetros para extraer el agua de ríos contaminados (OMS/UNICEF, 2021).
Por esta razón, el mensaje del Día del agua de este año se enfoca en llamar a la acción para que todos aportemos para acelerar los cambios que permitan afrontar la crisis de agua y sanidad que está incrementando en el mundo. Porque el agua nos afecta a todos y está en todo lo que hacemos. Todos podemos hacer la diferencia al cambiar la forma la que usamos, consumimos y administramos el agua en nuestras vidas.
Todo lo que compramos, consumimos y tiramos implica agua. El 72 % del agua que se extrae se destina a la agricultura, cada vez se demandan más alimentos para una población creciente, sin embargo, casi la mitad terminan en la basura.
Por otra parte, se prevé que la extracción para afrontar la demanda mundial de agua aumentará en un 55 % de aquí a 2050, principalmente por la creciente demanda de la industria manufacturera (OCDE, 2012). Lo que implica que la ropa y otros productos que adquirimos, cada vez requieren más agua, que resulta contaminada por químicos y es descargada a ríos, degradando las fuentes. Debemos comprender que el agua es un bien finito, sometido a una presión creciente, por lo que urge ser más eficientes y equitativos en cómo la usamos, con qué fines y para qué destinatarios.
Desde la familia, la escuela, la oficina, la colonia, la comunidad en la que vivimos, todos podemos realizar pequeños cambios, gotas de agua, que si se suman pueden formar un gran lago de acciones que nos permitan ahorrar enormes volúmenes de agua.
A partir de una antigua fábula procedente del pueblo quechua del Perú, en la que una colibrí transporta gotas de agua para extinguir un gran incendio, la campaña de la ONU anima a las personas a aportar su gota para contribuir a resolver la crisis del agua y el saneamiento.
«Cierto día se declaró un incendio en el bosque
y todos los animales huyeron despavoridos.
Sin embargo, tras ponerse a salvo, se quedaron pasmados contemplando las llamas, sumidos en el terror y la tristeza.
Por encima de sus cabezas, un colibrí iba y venía del fuego, una y otra vez.
Los animales más grandes preguntaron al colibrí qué estaba haciendo.
—Vuelo al lago a por agua para ayudar a apagar las llamas.
Los animales se echaron a reír y exclamaron:
—¡Tú sola no puedes extinguir el incendio!
—Es cierto —contestó el colibrí—, pero estoy aportando mi granito de arena».
El colibrí intenta solucionar el problema gota a gota. Pequeña ave preciosa, es el cambio que quiere ver el mundo. Tú también puedes ser colibrí.
Las acciones que desarrolles, por pequeñas que sean, contribuirán a resolver la crisis del agua.
¡Aporta tu gota para contribuir en el cuidado de esta delicada fuente!
SE EL CAMBIO CADA GOTA CUENTA
Cómo podemos aportar para generar el cambio:
Ahorrar agua: Tomar duchas más cortas y no dejar el grifo abierto al untarse jabón o champú, ni al cepillarse los dientes, rasurarse, lavar los platos o preparar la comida.
Dejar de contaminar: No tirar restos de comida, aceite, medicamentos ni productos químicos por el retrete o el desagüe.
Evitar fugas: Reparar las fugas de agua en tuberías y desagües, vaciar las fosas sépticas llenas y denunciar los vertidos de lodos de depuración.
Proteger la naturaleza: Plantar un árbol o crear un jardín infiltrante; utilizar soluciones naturales para reducir el riesgo de inundación y almacenar agua.
Ser consciente: Averiguar de dónde procede el agua que utilizo y cómo se distribuye. Visitar una planta de tratamiento para saber cómo se gestionan los residuos.
Limpiar: Participar en batidas de limpieza de los ríos, lagos, humedales o playas de mi localidad.
Consumir productos locales: Comprar alimentos locales y de temporada. Buscar productos que hayan sido elaborados utilizando menos agua.
Ejercer presión: Escribir a los cargos electos en relación con los presupuestos destinados al agua a nivel nacional e internacional.
En Soluciones Hidropluviales nos hemos dedicado a impulsar una mejor gestión del agua en México, rompiendo paradigmas para transformar el agua de lluvia en un recurso sustentable, disponible y accesible. Evitando que se derroche y termine en el drenaje saturado, ocasionando inundaciones y generando más contaminación.
DESDE SOLUCIONES HIDROPLUVIALES ESTAMOS APORTANDO
En Soluciones Hidropluviales llevamos más de 10 años aportando para la gestión del agua por medio del desarrollo de proyectos para captar el agua de lluvia. Hemos logrado acercar el agua a la gente, convirtiéndola en un recurso disponible, evitando que se vaya al drenaje y mitigando los efectos de las inundaciones en las ciudades.
Captación de agua de lluvia a gran escala: hemos diseñado alternativas para que empresas, centros comerciales, oficinas, deportivos, implementen proyectos para aprovechar grandes volúmenes de agua pluvial. Sumando los principales proyectos que hemos desarrollado, estamos aprovechando al año un volumen de 514,157 m³ (casi 205 albercas olímpicas en un año, o 514,000 tinacos) de agua de lluvia captada.
Infiltración de los escurrimientos pluviales urbanos: También hemos desarrollado proyectos para infiltrar el agua de lluvia que escurre por las avenidas de las ciudades, así como centros comerciales y desarrollos habitacionales, logrando regresar al acuífero un volumen anual de lluvia de 81,439 m³ (el equivalente a 32 albercas olímpicas en un año o 81,000 tinacos).
Ahorro de agua y mitigar la explotación de los acuíferos: Hemos logrado que en un año las industrias se ahorren 164,142 m³ y que en edificios habitacionales se estén recuperando 49,767 m³, así como 6,771 m³ en edificios públicos.
Mitigación de inundaciones: hemos diseñado aplicaciones para aprovechar los ríos de agua corren por las calles o se acumulan en estacionamientos, para de este modo retener el agua, ya sea para aprovecharla en usos no potables o para infiltrarla y aprovechar los acuíferos.
Soluciones basadas en la naturaleza: hemos diseñado humedales para tratar y aprovechar tanto el agua de lluvia, como las aguas residuales, con el fin de que se conviertan en un recurso limpio disponible, a la vez que aportar las para restauración de los ecosistemas. De igual forma hemos participado en el desarrollo de cuerpos de agua con el fin de retener los escurrimientos y asegurar que están disponibles para el riego de zonas de conservación.
Dónde quedó el objetivo 6 de los ODS: Agua y saneamiento para todos
Los compromisos asumidos en 2015 para lograr un mejor manejo del agua y la sanidad para cumplir con el Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, están lejos de alcanzarse, seriamente fuera de alcance, muy lejos de apuntar a la meta.
Un claro ejemplo son las aguas residuales domésticas a nivel mundial, el 44 % de no se tratan de forma segura (ONU-Agua, 2021). Esto significa que casi la mitad de las aguas contaminadas procedentes de los hogares —retretes, fregaderos, desagües y canalones— vuelven a la naturaleza sin que se elimine su contenido nocivo. Situación que pone en riesgo la higiene y la salud, al tiempo que genera mayor contaminación y degrada ecosistemas vulnerables como ríos, lagos, humedales y manglares.
Miles de millones de personas están enfrentado una creciente situación de escasez de agua que afecta a ciudades, cultivos, ecosistemas, industrias, escuelas y centros de salud. Se ha incrementado la inequidad, el malestar social y finalmente los conflictos.
Por esa razón el llamado es para implicarse en el cambio e ir más allá de la forma usual de hacer las cosas. Los gobiernos están muy lejos de cumplir las metas, el sector privado no se ha comprometido lo suficiente pero ¿y nosotros los ciudadanos? Sabemos que las instituciones no lo podrán resolver por su cuenta, así que tenemos que aportar nuestra gota de agua, para empezar a alimentar el caudal de cambios.
La agenda de acción por el agua
Del 22 al 24 de marzo de 2023, se llevará a cabo la conferencia del agua en las oficinas de la ONU en Nueva York, con el fin de lograr compromisos a gran escala por parte de gobiernos, compañías, organizaciones, instituciones y coaliciones. Con el fin de acelerar los compromisos que permitan una mejor gestión del agua.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2023 es una oportunidad única para que el mundo se una en favor del agua y acelere el cambio con miras a logar el ODS 6.
Dicha conferencia se ha concebido para reunir a partes interesadas muy variadas con el fin de entablar nuevas asociaciones y llevar a cabo acciones que permitan acelerar el cambio.
Serán precisamente estos compromisos que permitan diseñar las acciones para contribuir con el Programa de Acción para el Agua, con el cual se busca delinear un plan rápido y transformador en el que también puede estar reflejada tu acción individual.
Tú puedes aportar tu gota de agua
La campaña global “Sé el cambio” alienta a las personas a tomar medidas en sus propias vidas para cambiar la forma en que usan, consumen y gestionan el agua. Estos compromisos de individuos y comunidades contribuirán a una Agenda de Acción del Agua que contará también con los convenios a mayor escala de gobiernos, empresas, organizaciones, instituciones y coaliciones.
Agua y cambio climático
El cambio climático impacta directamente en la crisis del agua: las modificaciones en los patrones de la temperatura traen lluvias mas torrenciales en menos tiempo, generando inundaciones. Al mismo tiempo, las sequías son cada vez intensas y prologadas, erosionan la tierra y permiten los incendios forestales. Por otra parte, el aumento del nivel del mar es cada vez evidente e impacta en los huracanes y ciclones. La reducción de los glaciares afecta el suministro de agua. Situaciones que se repiten año tras año y hacen más evidente este gran reto global que debemos afrontar.
Una gestión adecuada del agua y de los ecosistemas en donde se almacena y se genera, aportará para mitigar los efectos del cambio climático. Recuperar las zonas de infiltración y retención del agua permiten, evitar inundaciones y restaurar las reservas. La captación pluvial, permite manejar el agua de lluvia en el sitio y ahorrar el recurso. Así como la recuperación de ecosistemas como los humedales, además de aportar para depurar aguas y proteger la biodiversidad permiten ahorrar y agua y mitigar inundaciones. Soluciones que aportan para hacer más resilientes a las comunidades y reducir las emisiones de CO2.
Agua y ecosistemas
La vida en la Tierra depende de ecosistemas saludables. Los ecosistemas de agua dulce, como los humedales, los ríos, los manglares y los acuíferos, son una parte fundamental del ciclo global del agua: suministran, purifican y protegen los recursos de agua dulce.
La mala gestión, combinada con el cambio climático, está devastando muchos ecosistemas, socavando su capacidad para proporcionar ‘servicios’ de agua dulce, lo que amenaza la salud de las sociedades humanas y los entornos naturales. Por eso debemos comprometernos con su cuidado y mantenimiento.