La infraestructura verde y azul se acoplan para recuperar, en la medida de lo posible, el manejo del agua en las ciudades recuperando procesos naturales, para retener e infiltrar el agua de lluvia.

Si nos detenemos a pensar de donde proviene el agua limpia que recibimos, comprenderemos el largo proceso que tuvo que pasar cada gota a través de un complejo sistema de infraestructura para proporcionarnos y asegurar un suministro seguro. Ahora, cómo y dónde termina esa gota, supone otra compleja red tuberías, colectores, drenajes, plantas de tratamiento (en el mejor de los casos) … para en algún momento de ese largo proceso, terminar en un río y muy probablemente en el mar.

Además, todas las fuentes de suministro de agua en alguna parte de su largo proceso de escurrimiento, retención e infiltración provienen de la lluvia. Mientras que el agua de las nubes que se recibe en las ciudades, se deja simplemente correr por techos y calles, contaminándose y arrastrando los aceites y basuras que dejamos para terminar en el drenaje. Definitivamente si queremos replantearnos el ciclo hidrológico urbano, por esas gotas desperdiciadas, convertidas en ríos, es por donde debemos empezar. La lluvia se debe APROVECHAR en el punto y no debe tocar el drenaje.

Aunque mucha de la infraestructura que reconocemos es gris: llaves, tuberías, bombas, tanques y demás sistemas de tratamiento y distribución. Es fundamental reconocer que al final todo proviene de ecosistemas que juegan un papel fundamental en la preservación y generación de este recurso y que se pueden considerar como infraestructura verde: bosques, humedales, lagos, arroyos, manantiales o incluso las reservas acuíferas de donde proviene más del 70% del agua que se suministra a las ciudades en México.

La urbanización presenta retos en la gestión del agua, ya que al introducir más superficies duras e impermeables como el concreto y el asfalto, contribuye a que incrementen los volúmenes del escurrimiento del agua tormenta, debido a que se reduce la capacidad de retención y absorción tanto del suelo como de la vegetación. De igual forma, las redes de drenaje sanitarias, además de estar viejas y gastadas, no tienen la capacidad para recibir la cantidad de agua descargada por las nuevas edificaciones: en donde antes se descargaban las aguas de una casa en que podían vivir entre 5 y 8 personas, ahora se descarga el agua de un edificio en donde viven entre 30 y 150 personas.

 

Cada vez es más común que las ciudades estén optando por la aplicación de infraestructura verde y azul para promover una gestión del agua que tenga el objetivo de recuperar el ciclo hidrológico y promover un uso más circular del agua, en donde se evite lo menos posible contaminar y tirar, promoviendo y buscando la reutilización y aprovechamiento tanto de aguas residuales como pluviales, evitando traer agua de otras cuencas y que esta se contamine y se expulse sin ningún cuidado.

Infraestructura Azul puente entre la Azul y la Verde

Infraestructura verde: se refiere a la aplicación estratégica de redes de tierras naturales, paisajes existentes y espacios abiertos para conservar los valores y funciones de los ecosistemas para proveer beneficios varios a la población. La infraestructura verde por lo general está descentralizada, el agua es capturada y tratada en donde surge, en lugar de ser transportada a una estructura de tratamiento.

 

Infraestructura azul: pretende imitar los principios de la infraestructura verde y utiliza dispositivos patentados, con poca huella y alta eficiencia que se instalan para modernizar sistemas de agua existentes. Conecta los beneficios de la infraestructura verde con la gris y se utiliza en zonas urbanas con poco espacio.

 

Infraestructura gris: infraestructura de ingeniería creada por el hombre para transportar, canalizar, almacenar y tratar el agua como: tuberías, cisternas, plantas de tratamiento. Por lo general se refiere a los componentes de una visión centralizada de la gestión del agua.

¿Infraestructura Gris o Verde?
Los complejos sistemas de tubos para darnos agua desde ciertas fuentes de abasto cada vez más escasas, ya están construidos y nos permitieron disfrutar de los beneficios que esto ofrece durante muchos años, sin embargo, para los nuevos retos poblacionales y urbanos ya no son suficiente. Por esta razón se deben combinar con infraestructura verde que nos permita retener y aprovechar el agua que recibimos (jardines de lluvia, galerías infiltrantes, parques de retención o humedales) en vez de dejarla ir a drenajes cada vez menos eficientes y más saturados, que conducen el agua hacia plantas de tratamiento que no dan abasto. Mientras que la infraestructura azul encaja entre ambos para manejar los excesos de agua y contaminantes que saturan la infraestructura gris, mientras que controlan los volúmenes que la infraestructura verde no tienen la capacidad de manejar. Reconsiderar la recuperación de espacios verdes y naturales es fundamental para volver a hacer habitables las ciudades en donde millones de personas circulan y conviven en su día a día.

 

Desafíos para plantear un nuevo esquema

La infraestructura gris tiene un claro ciclo de vida útil, depreciación y retorno de la inversión. Los desafíos incluyen las inversiones públicas y privadas, así como soportar el incremento de la urbanización. Debido también al tamaño relativamente amplio de las construcciones sus requisitos, su vida finita, la infraestructura gris también puede ser considerada como inflexible.

Infraestructura verde:

Es difícil medir sus beneficios en términos de retorno de la inversión, manejo de riesgo y efectividad, en zonas urbanas. Debido a que muchos beneficios son demostrables a simple vista, pero es complejo de medirlos. Por el momento las regulaciones, no están diseñadas para promover de manera efectiva y competitiva este tipo de soluciones.

Muchas veces los proyectos de infraestructura verde no encajan en los modelos tradiciones para la construcción de sistemas de tratamiento, así que puede que no haya estándares y códigos de construcción en los proyectos en los que se deben implementar.

Como un concepto relativamente nuevo, la infraestructura verde no cuenta con el respaldo científico total, la aceptación socio política y la aprobación de los tomadores de decisiones. El conocimiento y la experiencia por parte de las personas que toman las decisiones para diseñar y operar la infraestructura verde presenta grandes desafíos para prácticas y enfoques tradicionales.

Retorno de inversión

El costo de la infraestructura ya sea Gris, Verde o Azul, requiere contemplar la inversión en la ingeniería de diseño, las obras de instalación, la operación y mantenimiento. Así como medir los costos de transacción y de oportunidad, desde una óptica de sostenibilidad en donde se privilegien los beneficios ambientes y sociales a largo plazo, aunque este tipo de beneficios son muy difíciles de medir.

Es complicado estimar un valor justo para los activos relacionados con la infraestructura del agua, por que son beneficios que damos por hechos y en muchos casos no se ven al tratarse de infraestructura que por lo general está escondida en muros o bajo el suelo.

Sin embargo, a nivel mundial y amparados por términos como desarrollo de bajo impacto, técnicas sostenibles, ciudades esponja, cada vez se generan más aplicaciones exitosas que demuestran que la infraestructura Verde puede ser menos costosa que la infraestructura Gris, aunque los beneficios a largo plazo de las ventajas sociales, ambientales y económicas de la infraestructura Verde pueden ser más complejos de medir hasta que no se generen más datos y se evalúen en los años siguientes.

Sin embargo, pueden liberar el agua de tubos y volver dejarla fluir a la vista de todos, para darle riqueza a la diversidad de la vida y darnos las herramientas para hacernos más resilientes a un mundo cambiante.

Fuentes:
https://albertawater.com/green-vs-grey-infrastructure
http://www.adaptivecircularcities.com/designing-green-and-blue-infrastructure-to-support-healthy-urban-living/
https://nonagon.style/what-is-blue-green-infrastructure/