Una cosecha que quita la sed 2018
29 May, 2018

Si vives en la Ciudad de México, seguro te ha tocado al menos quedarte atorado por las inundaciones en tiempo de lluvia o, irónicamente, enjabonado en la ducha porque el agua no alcanzó para llegar al grifo. Si a ti también te suena absurdo que mientras las calles se inundan los ciudadanos tengamos sequía, conoce estas historias e inspírate a fin de comenzar a captar agua de lluvia.

Por: Sebastián Serrano
Fuente: Revista Cambio

Tan pronto terminó el curso que había tomado con la Asociación Internacional de Sistemas de Captación Pluvial (IRCSA por sus siglas en inglés), Yahaira Corona decidió instalar un sistema de captación en su casa. Lo primero que hizo fue pasar a planos el proyecto que había diseñado en el curso, para lo cual tuvo que aprender a utilizar el Auto Cad. Sus padres le dieron el visto bueno siempre y cuando la inversión la realizara ella.

Estuvo todo un día revisando la infraestructura de su casa, lo primero que descubrió fue que solo podía captar la mitad del techo y lo segundo que la pendiente del drenaje pluvial llevaba el agua al extremo opuesto de donde ella quería instalar su sistema. Se desanimó y pensó que ya no iba a poder, pero después de toda una tarde subida en la azotea, con el apoyo de amigos arquitectos diseñó la solución para cambiar la pendiente. Simplemente pusieron una especie de tope para cambiar la inclinación del tubo de drenaje pluvial y así llevar el agua por gravedad hacia el patio frontal de la casa, donde contaba con el espacio ideal para instalar el sistema.

Sin embargo el presupuesto que tenía para todo el proyecto se le fue en esas adecuaciones, así que tuvo que dejarlo en su primera etapa: una malla para separar hojas y ramas, luego un tubo para desviar las primeras lluvias que son las que arrastran la suciedad del techo, y finalmente el tanque al que agregó unas bolsitas de cloro para desinfectar. Durante el 2017 utilizó el agua para riego del jardín, así como limpieza de coches y de la casa. Ahora está implementando la segunda etapa del sistema que consiste en una bomba que lleva el agua del tanque hacia el techo, en donde colocó unos filtros que limpiarán el agua antes de descargarla al tinaco de uso general de la casa.

Este sistema es una réplica del que hizo su maestro el Dr. Arturo Gleason, Presidente de la Asociación Mexicana de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (AMSCALL). Arturo me cometa que él llegó al tema porque no le hacía sentido que en Guadalajara hubiese problemas por falta de agua, mientras que en épocas de lluvia se inundan (¿Nos suena conocido a los chilangos?). “Me puse a investigar y en 2005 contacté con la Asociación Internacional de Sistemas de Captación Pluvial y coincidió con un viaje a la India que me cambió la vida, porque pude comprender que la captación del agua de lluvia era posible, y que mucha gente en diversas partes del mundo lo hacía. La gran ironía es que mi tesis de licenciatura fue sobre la construcción del drenaje profundo para Guadalajara”.

A partir de ahí decidió que la captación pluvial era el tema de su vida. En un principio buscó instalar los sistemas en la Universidad de Guadalajara pero siempre le ponían barreras y largas burocráticas, así que buscó hacerlo en la casa en donde vive con su madre. Lleva 6 años captando la lluvia y se ahorra el 50% de su consumo anual de agua. “Instalé un medidor para evaluarlo. Para una casa de dos personas con la precipitación de Guadalajara (1,000 mm) y un área de captación de 84 m², durante el temporal de lluvia, remplazamos el 100% de nuestro consumo de agua. Incluso en diciembre nos cayeron dos lluvias que me permitieron remplazar parte del consumo del mes”.

En la CDMX es rentable captar lluvia

Hace 5 años cuando Omar llegó a su nueva casa, descubrió que tenía que pagar una tarifa de agua que había incrementado 200%, algo que para una familia de 5 personas en la Ciudad de México es un golpe duro en el bolsillo. Lo que más le molestó es que su familia se preocupa por cuidar el agua, tienen dispositivos ahorradores en todas las llaves y escusados de bajo consumo, además se duchan en menos de 5 minutos, pero la tarifa no bajaba. No dependía de cuánta agua estaban consumiendo si no de dónde está ubicada su casa. Después de una lucha inútil contra la burocracia, decidió que lo mejor era encontrar un suministro alternativo y la opción más lógica era captar el agua de lluvia.

Así que empezó a buscar por internet diferentes soluciones para ver cómo podía hacerlo. También analizó el drenaje pluvial de su casa y las tuberías de suministro de agua potable, y se dio cuenta de que todos los escusados y la lavadora de ropa estaban en un mismo ramal de alimentación de agua. Contactó con Isla Urbana y ellos le ayudaron a instalar el sistema que después de los filtros manda el agua al tinaco que tiene arriba de su casa y la utiliza para alimentar a los WC y lavar ropa. “Llevo 4 años con el sistema que he ido perfeccionando. Durante la temporada de lluvia prácticamente desde finales de junio hasta noviembre, he logrado reducir el consumo en más del 60%. He visto el impacto económico, en los bimestres de la época de lluvia pasé de pagar $900 a $400”, me explica Omar.

Cuando le pregunto por el mantenimiento, me comenta que realmente implica muy poco esfuerzo, antes de la temporada de lluvia barre los techos para mantenerlos limpios de hojas y polvo. También limpia el lodo que se acumula en el sedimentador y revisa los filtros a ver si requieren limpieza o remplazo de los medios. Y cuando empiezan las primeras 2 o 3 lluvias de la temporada no las capta, las deja correr para que terminen de limpiar la superficie. Durante la temporada de lluvia, prácticamente después de cada evento abre el separador de primeras lluvias para tirar el agua con los sedimentos acumulados. “El sistema requiere que estés al pendiente, es como un auto, si lo llevas al servicio cada 6 meses el motor te va a funcionar muy bien, si lo descuidas y solo te acuerdas de llevarlo cuando empieza a fallar vas a tener que remplazarlo”, agrega Omar.

Una de las principales dudas cuando se habla de captación es el tema de la lluvia ácida. Cuando le pregunto a Arturo, me comenta que en la Universidad de Guadalajara él y un equipo de estudiantes están realizando investigaciones al respecto. Estuvieron monitoreando un sitio muy contaminado y solamente durante las primeras lluvias de la temporada encontraron que estaba ligeramente ácida, nada alarmante, además, dos días después se estabilizó. “La naturaleza tiene la capacidad de limpiar la atmósfera. El verdadero foco de contaminación es la superficie del techo, es lo que debes cuidar de mantener limpio si quieres captar”.

Impulso a la captación

Para Arturo el problema del agua es una bomba de tiempo, tanto en Guadalajara como en Ciudad de México, con los ríos y lagos contaminados y los acuíferos sobre explotados, hemos ido agotando nuestros recursos. “El agua entubada nos tiene muy mal acostumbrados, los ciudadanos debemos responsabilizarnos del agua, comprender que no es eterna y por este motivo debemos instalar, utilizar y mantener sistemas alternativos de suministro”. Por eso para él es fundamental seguir con el tema de la concientización.

Yahaira me dice que se emociona de pensar que esta temporada de lluvia se va a bañar con el agua de lluvia que viene del sistema de captación que ella instaló. “Prefiero mi agua de lluvia, la veo, sé qué filtros utilicé y la cuido. En cambio el agua que viene del municipio no sabes por dónde pasa ni qué procesos sigue. Me da mucha más confianza mi agua. Durante los 4 meses que dura la temporada de lluvia, estoy utilizando el agua que me cae del cielo. Algo que debería ser una práctica generalizada, el agua que cae del cielo no se debe ir al drenaje, no tiene sentido”.

“La verdadera satisfacción es que mis hijos crezcan viendo que ahorramos agua, esto les va ayudar a ser más resilientes y tener otra perspectiva hacia el futuro que van a enfrentar, porque el problema del agua en la ciudad de México es muy grave. Quiero enseñarles que sí es posible y que crezcan viendo los beneficios de la captación, que digan yo viví con agua de lluvia”. Pero Omar no se queda ahí, me explica que con el éxito obtenido ya van a instalar un sistema en casa de sus padres y además él quiere seguir desarrollando soluciones de auto-sustentabilidad, está evaluando las celdas solares para tener suministro alternativo de energía en casa y también está construyendo un invernadero en casa de su hermana. Sin duda los que vivimos en mega urbes cada vez más pobladas y sobre todo las generaciones que vienen después, tenemos que empezar a encontrar suministros alternativos para alargar los recursos del planeta antes de agotarlos por completo.

Componentes del sistema de tratamiento

1. Tratamiento primario: se debe colocar antes del tanque y pueden ser desde rejillas para frenar hojas y ramas, desviadores de primeras lluvias, hasta sedimentadores que permiten que la tierra se asiente en el fondo.
2. Tanque de almacenamiento: sirve para almacenar el agua de lluvia limpia antes del proceso de filtrado. Desde este punto se puede disponer para riego o limpieza.
3. Tratamiento secundario: Por lo general se utilizan filtros con medios como: carbón activado, arenas, papel o fibras. Estos permiten eliminar los polvos finos, algunos metales, aceites, así como el color, olor y sabor del agua.
4. Desinfección y potabilización: permite eliminar microorganismos vivos patógenos que pueden causar enfermedades. Se utiliza: Cloro, Ozono, Plata Coloidal o las lámparas de luz ultra-violeta.
5. Bombas de distribución: se utilizan para llevar el agua desde el tanque pluvial a la cisterna de disposición.

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