Gestionar inundaciones
16 May, 2017

Regulando y controlando los escurrimientos pluviales, se evitarán avenidas e inundaciones aguas abajo, que afectan a la población poniendo en riesgo su salud, integridad física y patrimonio.

El desarrollo urbano y la desforestación, están modificando de forma dramática la respuesta hidrológica natural, rompiendo con el ciclo de lluvia y filtración de la tierra.

La principal consecuencia de estas modificaciones son las inundaciones que se ven agravadas por el cambio climático.

Techos, pavimentos y suelos, evitan que el agua pueda ser absorbida por la tierra de forma natural, esto significa que menos agua se infiltra para recargar los acuíferos, mientras que más agua escurre por la superficie y a mayor velocidad, provocando inundaciones y contaminando las reservas de agua debido a la basura que arrastra.

 

por lo tanto disminución de la capacidad de respuesta natural. Antes la vegetación interceptaba directamente la lluvia y ayudaba a la evapotranspiración y absorción del líquido que se infiltraba en el suelo. Además, la modificación de la topografía originaria está alterando las depresiones naturales en donde antes se almacenaba el agua pluvial.

A esta problemática se le suma que las ciudades están creciendo más rápido de lo que se tenía previsto, la expansión urbana ha rebasado por mucho la ejecución y el mantenimiento de una infraestructura pluvial que resulta insuficiente ante las necesidades actuales. Esta situación lleva a la saturación de los sistemas de alcantarillado generando demasías y provocando que aguas negras y pluviales se mezclen, colapsen las instalaciones y dejen como resultado las inundaciones que se repiten año tras año en las temporadas de lluvia.

En la actualidad el agua de lluvia escurre por las calles, satura el sistema de alcantarillado insuficiente y en muchos casos lleno de basura, contaminándose y ocasionando inundaciones. Esto provoca que los escurrimientos pluviales sean vistos como un problema en las grandes ciudades, cuando se podría aprovechar de una forma integral y sustentable, por medio de un control adecuado, de un proceso de limpieza eficaz y de un almacenamiento seguro, garantizando su reutilización como solución ante los problemas de abasto cada vez más marcados en las grandes urbes. Ya que en las temporadas de lluvia el agua nos llega hasta el cuello, pero año tras año, las reservas se agotan.

En Soluciones Hidropluviales contamos con sistemas que ayudan a amortiguar los efectos ocasionados por el exceso de escurrimientos pluviales y que permiten gestionar este recurso según sea necesario. Ofrecemos la tecnología más adecuada para detener y regular el exceso de agua, y evitar que ocasione perdidas, materiales, patrimoniales o humanas.

Permiten regular el flujo de agua, reducen los volúmenes de almacenamiento y evitan los riesgos de obstrucción. Estos equipos al controlar y permitir redireccionar el flujo de agua, ayudan a amortiguar los efectos producidos por inundaciones, previenen la erosión, reducen azolves y el desbordamiento de los ríos. De igual forma, evitan la saturación de las redes de drenaje. Estás válvulas pueden regular los escurrimientos desde aguas arriba y en los sistemas de drenaje para asegurar que va a salir un volumen controlado, o que se van a dirigir los picos a zonas de inundación ya preparadas. Evitando de esta forma que en las calles se generen avenidas y que se produzcan inundaciones en zonas bajas. De igual forma, permiten que el sistema de drenaje trabaje según su capacidad e impiden que sea rebasado generando saturaciones y encharcamientos.

Los Separadores retiran del escurrimiento los aceites, sedimentos y basuras flotantes que en muchos casos taponan el sistema de drenaje pluvial, evitando que trabaje de forma eficiente en el desalojo del agua pluvial y generan encharcamientos. De igual forma, al reunir la carga contaminante en un solo punto, la limpieza y el mantenimiento del sistema de drenaje son más fáciles y seguros.

Contamos con sistemas que limpian el agua de lluvia cuando se mezcla con el drenaje combinado, evitando que estos excedentes desborden el sistema y escurran por calles o casas, de esta forma no generan riesgos de salud para la población.

Aprovechar los escurrimientos pluviales para la recarga de acuíferos puede ser una doble solución de gestión hídrica, al aumentar las reservas y evitar inundaciones. Sin embargo, antes de infiltrar se requiere un tratamiento adecuando de los escurrimientos que consiste en: Separadores para que retiren la primera carga contaminante con un tamaño de partícula mayor a 100 micras, un sistema de almacenamiento que permite regular el agua antes de que pase a un Filtro Up-Flo® que retira del agua materia orgánica, metales e hidrocarburos con un tamaño de partícula menor a 20 micras. Por último un proceso de desinfección para cumplir con los parámetros de la NOM-015 de Conagua. Siguiendo este proceso se infiltrará agua de calidad garantizando las reservas futuras, a la vez que se prolongará la vida útil del pozo y se asegura que no se azolve debido a los contaminantes.

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