La solución a los problemas de escasez, inundaciones y calidad del agua en la Ciudad de México radica en devolver la vocación hídrica original a cada Delegación, a través de retrasar, retener, almacenar, reutilizar y drenar la lluvia.
Fuente: Urbanisten; Reforma
Esa fue la conclusión a la que llegó la Autoridad del Espacio Público (AEP) del Gobierno local a través del estudio “Hacia una Ciudad de México sensible al agua”, realizado en conjunto con consultores de los Países Bajos con financiamiento del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
El resultado del análisis es un manual de uso del agua de lluvia que podría ser utilizado por el Gobierno de la Ciudad y las Delegaciones para llevar a cabo intervenciones en cada demarcación de acuerdo con su tipo de suelo, aseguró Roberto Remes, titular de la AEP.
En 200 páginas se exponen las condiciones de suelo de la capital y cinco estrategias para devolverle su vocación hídrica: retrasar, retener, almacenar, reutilizar y drenar el agua de lluvia, según sea el caso.
“Lo que tienes ahora es una sobreexplotación del drenaje, lo que se trata es de no forzar una filtración cuando no tienes las condiciones de uso de suelo para ello. En el estudio queda muy claro qué podemos hacer en cada uno de ellos”, señaló Remes.
Florian Boer, fundador y diseñador del despacho holandés De Urbanisten –el cual realizó el estudio–, aseguró que es la primera ocasión que realizan un análisis completo de las condiciones del agua en una metrópolis.
Tienes una zona como es el oriente de la Ciudad, en Iztapalapa, donde hay demasiada evaporación y pierdes agua, mientras que al poniente, en la zona de laderas, el agua se pierde porque no hay retención”, señaló Boer a REFORMA.
Así, el estudio arroja que en partes de Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan y Milpa Alta es conveniente almacenar el agua de lluvia, a través de la construcción de presas y diques, terrazas de infiltración o limitando las zonas urbanizadas.
Mientras que en las laderas de Lahar, ubicadas en Coyoacán, Tláhuac y Xochimilco, lo mejor es retrasar el uso por medio de lagunas de retención o infiltración, creación de filtros naturales de purificación o construir diques en cascada.
En la zona de laderas, comprendida principalmente en Miguel Hidalgo, se aconseja retrasar y almacenar a través de la construcción de presas, reduciendo zonas pavimentadas o revegetalizando para prevenir la erosión.
Destaca que en la cuenca del poniente, conformada por Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Benito Juárez y parte de Coyoacán, debe retenerse el líquido por medio de calles y plazas de agua, áreas de bio-retención y jardines pluviales.
Asimismo, el documento recomienda reutilizar el agua pluvial en partes de Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco e Iztapalapa con la colocación de suelo esponja, tanques de agua de lluvia o por medio del almacenamiento estacional.
Boer, quien también es profesor de la Academia de Arquitectura de Rotterdam y Ámsterdam, aclaró que incluso los problemas de hundimiento de la Ciudad de México podrían mitigarse con las intervenciones sugeridas por el estudio.
Se pude descargar el manual completo en la siguiente liga: