Solución para Valle de México: regulación y almacenamiento de lluvia
20 November, 2012

Ante la propuesta de seguir construyendo tubos y drenajes profundos para sacar el agua del Valle de México, se presenta una nueva propuesta: aprovechar el agua de lluvia para solucionar dos de los grandes problemas hídricos que enfrenta la zona metropolitana, la escasez de agua y las inundaciones.

Las lluvias que cayeron el 30 de junio pasado en la Ciudad de México, superaron todos los registros y dejaron en jaque al sistema de drenaje profundo. El Túnel Emisor Oriente (TEO) que está en construcción, apenas solucionaría una precipitación similar y dejaría desprotegidos a muchos municipios del Estado de México.

El miércoles 17 agosto, se llevó acabo en el Colegio de Ingenieros de la Ciudad de México, el evento de la Conagua “Diálogos por el cambio climático y las inundaciones en el Valle de México”. Fue un espacio en el cual instituciones públicas y académicas, presentaron la situación hídrica de la zona metropolitana y propusieron soluciones.

El debate lo inició en su internvención el Secretario del Agua y Obras Públicas del Estado de México, David Korenfeld, cuando declaró que el Túnel Emisor Oriente (TEO), el impresionante drenaje subterráneo que se está realizando en la ciudad para evacuar el agua de lluvia y evitar inundaciones, dejaría desprotegidos a varios municipios del Estado de México, para lo cual propuso que la obra se amplíe con otros sistemas paralelos para sacar el agua de estos municipios. Ante lo cual, el Director General de la Conagua, José Luis Luege respondió que agregar más descargas al TEO lo único que conseguiría es hacer que se colapse. Agregó que el TEO es sólo una solución que debe ser complementada con proyectos de regulación y almacenamiento del agua de lluvia, que se deben aplicar en diversas zonas de la ciudad para evitar que los sistemas de drenaje profundo sigan colapsando. Ambos funcionarios estuvieron de acuerdo en señalar que es necesario crear un organismo conjunto para gestionar el agua del Valle de México, ya que en la actualidad está a cargo de la Conagua y los sistemas de agua del DF y Edomex, lo cual dificulta la operación y la toma de decisiones.

Por su parte, Ramón Aguirre, Director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) dijo que el 30 de junio de este año se registró el mayor volumen de agua en un día de lluvia en la historia de la ciudad: 55,33 mm, situación que tuvo en máximos al sistema de desalojo pluvial de la ciudad durante 3 días y estuvo a punto de colapsar, provocando una inundación enorme. Mientras que en 2009 la ciudad estuvo bajo mínimos en sus reservas de agua y a punto de enfrentar una crisis de abastecimiento. Comentó que está situación cada vez más extrema y contradictoria hace que sea necesario buscar soluciones que eviten inundaciones a la vez que ayudan al abasto de agua.

En su intervención la Coordinadora General de Protección Civil, Laura Gurza, declaró que: los fenómenos hidrometeorológicos son cada vez más extremos, lo cual está suponiendo que los impactos sociales y económicos sean más graves. Agregó que las lluvias fuertes comprometen de forma más severa a la infraestructura y que en la actualidad más gente se ve afectada y muere por precipitaciones intensas e inundaciones que por grandes eventos como huracanes. Para lo cual dijo que se necesita una gestión integral de riesgos y un cambio de enfoque en el cual  se resuelvan las situaciones en vez de parchar infraestructura que en la actualidad es insuficiente e ineficiente. Por último propuso que las mejores medidas para mitigar inundaciones son: reutilizar el agua pluvial,  políticas públicas ante esta situación y reordenamiento territorial.

El evento lo cerraron una serie de intervenciones que hicieron énfasis en la necesidad de cambiar la gestión actual del agua en el Valle de México, centrada en traer agua desde varios kilómetros y bombearla, para luego tener que tener problemas para desalojarla. Como declaró el Dr. Oscar Monroy de la UAM “¿¡Cómo es posible querer meter toda el agua que se produce en una región en un tubo!?”. Ante esta situación se propuso que la mejor solución es retener y aprovechar el agua el agua de lluvia que cae en la cuenca, aumentando la recarga natural, limpiando el agua de lluvia y potabilizándola para consumo de la población, así como infiltrando los mantos acuíferos en vez de sobre explotarlos y de esta forma de paso prevenir inundaciones. Y se citó el proyecto que está llevando a cabo el Dr. Monroy para recuperar la cuenca de los ríos Amacameca y la Compañía, que busca aumentar la recarga natural, retener e infiltrar aguas pluviales y agregó que 80 millones de m³ podrían ser almacenados en un lago para abastecer el oriente de la ciudad.

Como bien se comentó en esta última sesión la mejor solución para los problemas de abasto y de inundaciones en el Valle de México, se basan en una buena gestión del agua de lluvia, para conseguir que el agua de la cuenca se quede en la cuenca y sea aprovechada por su población.

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