El SACM busca en el fondo de la tierra la posibilidad de que haya una fuente de agua para hacer frente a la baja disponibilidad hídrica de la ciudad. Por otro lado, inician un programa para infiltrar agua tratada en los acuíferos ¿Por qué no se aprovecha el agua de lluvia como otra fuente de suministro?
El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre, informó que se realiza la búsqueda de agua potable para satisfacer las necesidades de la población con la perforación de un pozo de 2 mil metros de profundidad, el cual mantiene un avance constante, y a más de seis meses de iniciada la obra, ya llevan acumulados 600 metros de excavación.
Señaló que el pozo se ubica a un costado de la Central de Abasto, en Iztapalapa, entre Javier Rojo Gómez y Río Churubusco. Manifestó que a finales de este mes terminará de operar el primer equipo en este pozo y a principios de enero llegará una maquinaria más grande, con un peso de 150 toneladas, la cual se encargará de perforar los últimos 1.400 metros.
“Esperamos llegar a los 2 mil metros de profundidad en junio próximo y sabremos si hay agua, de qué calidad y qué cantidad se tendrá”. Precisó Aguirre y agregó que este proyecto fue estudiado en conjunto con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Aclaró que esta iniciativa no es una solución definitiva al problema de la crisis de agua que enfrenta la ciudad, “lo que ahora hacemos se tendrá que acompañar en los siguientes años con otros programas intensivos de ahorro de agua y reciclaje del líquido a gran escala”.
“Estamos seguros que debe garantizar el abasto del líquido para los siguientes 50 o 60 años, pues si este pozo demuestra que sí hay agua y de buena calidad proyectamos perforar otros 3 pozos, a la misma profundidad”, expuso Aguirre. Precisó que el presupuesto total será de poco más de 60 millones de pesos.
Programa para recargar los mantos acuíferos del SACM
La recarga artificial del acuífero de la Ciudad de México a través de la potabilización de agua está en su fase final, se prevé que en el primer trimestre de 2012 inicie la reinyección del líquido. Con esta medida, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) pretende mitigar la sobreexplotación del acuífero, debido al incremento de la demanda de agua ante el crecimiento de la población y la pérdida de la cubierta vegetal. Además, el agua reinyectada ayudará a hidratar las arcillas, lo que a largo plazo disminuirá los hundimientos.
La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Cerro de la Estrella, ubicada en Iztapalapa, es la infraestructura encargada, desde hace 2 años, de potabilizar 20 litros por segundo. Dado que ya cumplió los protocolos en su fase experimental, ahora los resultados serán evaluados por la Conagua (dependencia federal que diseñó la norma de la recarga del acuífero), y las autoridades locales esperan una calificación aprobatoria.
De acuerdo con la SACM, en el Valle de México, por recarga natural, se filtran al acuífero cerca de 32 m³ por segundo (32 mil litros por segundo). Sin embargo, la demanda supera los 80 m³ por segundo (80 mil litros por segundo). “Tenemos un problema grave, ya que la extracción del agua del subsuelo es más del doble de su recarga”, enfatizó Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas.
Luis Arturo Correa Camacho, subdirector de Control de Calidad de Agua del SACM, informó que ya cumplieron satisfactoriamente la fase experimental para potabilizar el agua. Por ello, en los próximos días enviarán los informes técnicos a la Conagua para que los evalúe y dé luz verde a la recarga artificial del acuífero. “Una vez que nos dé la aprobación de la fase experimental, empezaremos a reinyectar el líquido potable al subsuelo”, agregó.
Añadió que la salida de esta agua de la planta es a través de una red cerrada, y que se construirá un cárcamo cercano al complejo hidráulico, en el que se captará el líquido potable para bombearlo a un pozo ubicado al final de la PTAR, el cual ya existía y hace algunos años terminó su vida útil de abasto. “Vamos a introducir el agua por gravedad y también construiremos tres pozos más de observación para vigilar el líquido desde que sale de la planta, cuando llega la inyección y cuando ya está en proceso de avanzar por el subsuelo”, explicó Correa Camacho.
Cabe señalar que la PTAR Cerro de la Estrella recibe las descargas del drenaje de la Ciudad y para limpiar las aguas lo hace a través de procesos de ozonización, absorción, ósmosis inversa y luz ultravioleta. “Estamos produciendo agua potable; este líquido ya se podría beber, pero la norma (NOM-014-Conagua-2003) no lo permite, pues sólo es para recargar el acuífero.
“Después de que el agua sale saneada se envía a un estanque de 32 metros cuadrados donde tenemos más de 200 truchas, criadas bajo este ambiente, ninguna se ha muerto, pues si existiera presencia de cualquier bacteria que pudiera vivir en el líquido tratado las mataría”, precisó.
Fuentes: Agua.org/ Diario de México y El Norte