Nadie duda de que la gestión del agua es uno de los principales retos que deben afrontar la mayoría de países ante los efectos cada vez más comunes que está provocando el clima impredecible y el aumento de la intensidad de los fenómenos meteorológicos.
Sequías e inundaciones, nos obligan a usar el agua de forma adecuada.
El jueves 23 de junio se llevó a cabo el evento Riesgos de Desastres ante el Cambio Climático: perspectivas de la comunidad internacional, organizado por la Conagua. En este foro representantes de China, Brasil, Israel, Estados Unidos, y Costa Rica, expusieron cómo el cambio climático está afectando a sus países y de qué forma enfrentan este reto. Enfatizaron en situaciones comunes: aumento de población urbana, mala planeación, disminución de la disponibilidad de agua y efectos trágicos resultado de las tormentas tropicales.
Por parte de México hablaron representantes de la Conagua y Protección Civil, que mostraron la grave situación de disponibilidad de agua en México, lo que se están haciendo para mitigar los efectos de las tormentas y los posibles escenarios futuros. También participaron representantes de organizamos internacionales como Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Alianza Global Por el Agua.
En las distintas presentaciones, se demostró a partir de las mediciones tomadas en la última década que los fenómenos meteorológicos han aumentado, tanto en magnitud como en intensidad, lo que está provocando que la población sea cada vez más vulnerable a los resultados de un clima cambiante. También se hablaron de métodos y medidas de planeación para evitar desastres y para tener suministro en caso de emergencia. En este punto el ponente de Israel explicó el método que se utiliza en su país para distribuir agua en zonas por medio de tanques portátiles y de sistemas para llevar al agua.
En el caso de las tragedias provocadas eventos naturales extremos, la Dra. Rosalba Landa ponente de Naciones Unidas, enfatizó que realmente no se tratan de desastres naturales, más bien son desastres humanos, producto de una mala planeación, y por invasión y destrucción de los hábitat naturales, promovidos por un desarrollo urbano desorganizado que permite y estimula que las personas se ubiquen en los cauces de los ríos o las laderas de las montañas, lo que lleva a que estén en riesgo contante ante cualquier evento climático a la vez que afectan y contaminan las reservas naturales.
Resaltando esta situación, ponentes como el Director de Conagua José Luis Luege o la Presidenta del Instituto Estatal del Medio Ambiente de Río de Janeiro, Marilene Ramos, enfatizaron en que la falta de regulación en el ordenamiento territorial que ha permitido la invasión de zonas naturales, en muchos casos es resultado de la corrupción y la politiquería, propiciada en muchos casos por las autoridades en busca de votos. Este tipo de prácticas hacen que la población se encuentre en un estado de vulnerabilidad constante.
También se resaltó que en México no se ha aprendido de los desastres pasados y que las tragedias se repiten una y otra vez en los mismos lugares, como se vio el año pasado en Tabasco y como se ve en el Distrito Federal todas las temporadas de lluvia.
Como medidas de prevención de desastres la Conagua señaló que se están mejorando los sistemas de monitoreo meteorológico, además se están llevando a cabo planes de protección y de educación a la población. Para enfrentar la escasez se está promoviendo un mejor monitoreo de las reservas, reúso de aguas residuales, tratamiento y desalinización, y campañas de ahorro.
El tema de la captura y reúso del agua de lluvia fue tocado por encima, razón por la cual se debe continuar posicionando el asunto para que la gente vea que ésta es una solución cada vez más común en varios países del mundo, para modificar las tragedias provocadas por el exceso de agua que cae en las temporadas de lluvia. Captando el recurso para aprovecharlo en usos no potables y para aumentar las reservas. A la vez que se mitiga el efecto de inundaciones al controlar las descargas y evitar que se saturen los drenajes. No se pueden seguir repitiendo los casos de tragedias generadas por el exceso de lluvia un año y al siguiente por la sequía, como sucede este año en Veracruz.
Tarde, pero ahora sí empezó la temporada de lluvia… a aprovecharla…antes de que se nos vaya.